Restauración textual

«El hombre que posee sentido común y emplea la razón no debe esperar aprender de tratados o conferencias sobre la Crítica Textual algo que él no podría, con esfuerzo y diligencia, averiguar por él mismo. Lo que las conferencias y tratados pueden hacer por él es ahorrarle tiempo y esfuerzo presentándole inmediatamente consideraciones que, en cualquier caso, ocurrirían ante él tarde o temprano.»

A.E. Housman

La necesidad de aplicar la crítica textual a los libros bíblicos surge, como antes fue dicho, por dos circunstancias: 

  • Ninguno de los documentos originales existe hoy.
  • Las copias existentes difieren una de otra. 

Mediante el análisis y evaluación de las copias divergentes, el crítico textual procura averiguar cuál forma del texto debería ser considerada como la más cercana al original. En algunos casos, la evidencia está tan uniformemente dividida que resulta  sumamente difícil de decidir entre lecturas variantes. En otros casos, sin embargo, el crítico puede llegar a una decisión basada en una exposición de motivos que lo ha llevado a preferir una lectura y a rechazar otra.

1. La ciencia de la Crítica Textual trata con:

  • La confección y la transmisión de manuscritos antiguos.
  • La descripción de los testigos más importantes de la Escritura. 
  • La historia de a crítica textual reflejada en la sucesión de las ediciones impresas de la Biblia. 

2. El arte de la Crítica Textual refiere las consideraciones intrínsecas para escoger distintas variantes de lectura, según los hábitos de los escribas y las consideraciones psico-históricas (circunstancias históricas) implicadas durante el proceso de transmisión textual.

Los resultados de la práctica de la Crítica Textual han sufrido diferencias entre una y otra generación, en parte por cuanto el equilibrio del número y calidad de testigos disponible ha cambiado gradualmente debido a la aparición de manuscritos adicionales, y en parte por cuanto las teorías y los procedimientos para evaluar las evidencias textuales se han visto perfeccionadas en su práctica a través de los años.

Un enfoque moderno

Desde el descubrimiento en 1947 de textos hebreos y arameos en el Desierto de Judea, fechados aproximadamente desde el 250 a.C. hasta 135 d.C., se ha adquirido un gran conocimiento sobre el texto hebreo de la Escritura. Antes de estos hallazgos, solo se conocía el papiro Nash como un texto antiguo de la Escritura hebrea. Por lo tanto, los manuscritos del Texto Masorético (TM) de la Edad Media eran la única fuente más antigua disponible en las lenguas originales. La investigación textual previa a 1947 se basaba en copias de textos hebreos y arameos realizados 1200 años después de la composición del Canon hebreo. Es importante tener en cuenta que estos descubrimientos han permitido ampliar significativamente el conocimiento sobre el texto original de la Biblia.

El descubrimiento de numerosos textos hebreos y arameos en el Desierto de Judea, que datan de hace dos mil años, ha permitido avances significativos en el conocimiento de los testigos antiguos y del proceso de copiado y transmisión textual. El conocimiento adquirido a partir del descubrimiento de los textos hebreos y arameos en el Desierto de Judea ha transformado la comprensión del texto de la Escritura Sagrada. Como resultado, se ha hecho evidente la necesidad de una nueva introducción a la crítica textual, que no ha sido considerada en las introducciones previas. Además de proporcionar nuevos datos, estos descubrimientos han puesto de relieve la necesidad de un enfoque renovado para abordar el texto que se conocía antes de 1947. En general, estos descubrimientos son de gran importancia para la comprensión de la Biblia y para el estudio continuo de sus textos.

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